Y, en verdad, las
amenazas son tremendas: La propia existencia de la empresa está en grave riesgo, a veces
todo el sector puede estar gravemente amenazado: ¿ Qué fue de las posadas que daban
cobijo al viajante y pasto a su caballo ?
¿ Quién conoce hoy día un escribano ? ¿ Dónde podemos encontrar un pregonero ? ¿
Cuándo fue la última vez que pusimos una conferencia a través de una operadora ?
Si hacemos un repaso de la cantidad de oficios, profesiones y tipo de negocios que
desaparecieron a lo largo del tiempo encontraremos multitud de ellas. En algunos casos,
simplemente se reconvirtieron ( Posada->Hotel de carretera, Barbería->Centro de
belleza, Delineantes->Técnicos en CAD, etc.)
No obstante, ¿cuántos quedaron en el camino?, ¿ cuál es el número de los que se
aferraron a su saber hacer, despreciando la ola de cambio que se les echaba encima hasta
hallarse ahogados en el cambio ?.
Es notorio el caso de la industria del telégrafo, que dejó escapar la oportunidad del
teléfono, o la de la radiofonía, que vio como la televisión se llevaba su audiencia
más fiel.
Sin embargo, todos esos acontecimientos del pasado se quedan cortos ante la enorme
magnitud del nuevo cambio que se avecina, de proporciones pandémicas y velocidad sin
precedentes.
La expresión acuñada recientemente 'Internet time', el tiempo Internet,
pretende reflejar que todo aquello que ocurre alrededor de Internet, sucede con una
velocidad desconocida, que hace trizas los parámetros habituales. En cierto sentido, esta
puede ser la mayor amenaza de todas: Si no empezamos ayer a prepararnos tal vez hoy ya sea
demasiado tarde.
Es difícil definir de antemano cuáles son todas las amenazas que se ciernen sobre la
PYME en relación a la Red, pero una cosa es segura: están ahí ...Por hacer un
esfuerzo esquematizador, clasificaremos las amenazas en tres grandes grupos:
aniquiladoras, reorganizadoras y renovadoras
a.- Amenazas aniquiladoras :
Como su nombre indica, son las más devastadoras que podemos esperar de las tres. Nos
referimos en este caso a aquellas transformaciones que podrían acabar con el sector
completo. Se darán en aquellos casos en que las nuevas posibilidades tecnológicas
supongan un avance en economía o comodidad tal que hagan desaparecer el sector completo.
Un ejemplo clásico podría ser el del alquiler de películas de vídeo. Parafraseando a
Negroponte, nada hay tan absurdo como transportar átomos, cuando lo que realmente
deseamos son bits.
En el caso de un alquiler de una película de vídeo ( o un videojuego ), lo que desea el
comprador es disfrutar del contenido de la película (bits) y no del soporte en que le
llega (átomos).
Son los átomos -la cinta y su envase- los que hacen que el comprador tenga que ir y, lo
que es peor, volver al videoclub.
Desde el momento en que el comprador pueda traer los bits a su casa a través de Internet
de forma económica - y la tecnología para ello (xDSL, módems de cable) ya existe -
estará dictada la condena a muerte de todo el sector de videoclubs.
Por terrible que parezca, esa es la realidad, nada podrá impedir el declive y eventual
desaparición de todo el sector de videoclubs de alquiler.
Ante una situación de semejante naturaleza, probablemente la mejor estrategia sea la del
transformismo: Ante la certeza de que el objeto principal del negocio - el alquiler de
películas de vídeo va a desaparecer - la empresa tendrá que empezar desde hoy a
transformar su negocio en otro que pueda sobrevivir a la transformación. Sin duda todo
negocio de videoclub dispone activos -su fondo de comercio, su ubicación física, los
medios técnicos- que son perfectamente transferible a un nuevo negocio. Así, el
videoclub podría dedicar un pequeño espacio a la venta de objetos de regalo o cualquier
otra cosa, espacio que iría creciendo paulatinamente en la misma medida en que vaya
disminuyendo el alquiler de vídeo. De este modo, se producirá una transición gradual
del negocio actual al nuevo, asegurando de esta forma la continuidad de una empresa que,
de no ser así, estaría condenada a desaparecer. También caben por supuesto estrategias
mas drásticas de renovación total del negocio. En cualquier caso, todo depende del nivel
de riesgo que el empresario esté decidido a asumir.
b.- Amenazas reorganizadoras :
Nos encontramos en este caso, ante la amenaza de que los cambios que se avecinan produzcan
una reorganización brutal en las cuotas de mercado. Así, no se avecina la desaparición
total del sector, pero sí un cambio tremendo en las pautas de los clientes o consumidores
que hundirán a muchas de las empresas actuales, y que obligará a cambiar
significativamente a las que sobrevivan.
El sector de las agencias de viaje puede encuadrarse en este apartado. Es de prever que
surjan nuevas agencias de viaje que, haciendo uso de las enormes posibilidades
comunicativas y de economía de Internet, acaparen en un futuro próximo una gran cuota
del mercado servido hoy día por la pequeña agencia de viajes del barrio.
Como estrategia de respuesta se pueden sugerir dos: a) reconvertir el negocio a la red (
la estrategia de Egghead que cerró por completo su negocio y volvió a abrir como un
sitio web) y b) Atrincherarse en el negocio, pero buscando un nicho de mercado:
Viajes de aventura, para la tercera edad, ...
El fenómeno de la desintermediación ( ver definiciones ),
también producirá si no procesos aniquilativos globales, sí reorganizaciones
sectoriales en muchos casos. Agencias de seguros, gestorías, intermediarios financieros,
comercios, etc. pueden ver en peligro su existencia ante la aparición de procesos de
desintermediación o la emergencia de nuevos infointermediarios que tomen el relevo a los
negocios tradicionales.
c.- Amenazas renovadorass :
Son las más leves de todas; la esencia misma del negocio está garantizada pero la forma
de llevarlo a cabo puede cambiar sustancialmente.
Como ejemplo podemos citar todo el sector de servicios personales: peluquería, sanidad,
estética, ...
Es evidente que, por mucho que evolucione la red, seguiremos cortándonos el pelo,
operándonos de apendicitis, comiendo hamburguesas y bañándonos en la playa.
Por tanto en el caso de esta y otras muchas actividades económicas, la gran mayoría
probablemente, la empresa no ha de preocuparse porque la actividad desaparezca. Tampoco es
de prever una concentración enorme de cuota de mercado.
En cambio, sí se atisba que aquellos competidores que se aprovechen de las nuevas
posibilidades para la captación, atención, servicio y fidelización de los clientes,
introducirán grandes transformaciones en la forma de explotar el negocio, que dejarán en
la cuneta o muy menguados a los rezagados.
Pongamos algunos ejemplos:
La peluquería de la esquina ( probablemente franquiciada ) tendrá a sus clientes
introducidos en una base datos. Puede que periódicamente envíen un email recordándoles
que les toca un corte de pelo, incluyendo una imagen simulada en 3D con la sugerencia del
mes. Al llegar a la sala de espera, la recepcionista ya nos habrá seleccionado unas
revistas de acuerdo con nuestro perfil almacenado en su ordenador, y veremos a nuestro
actor favorito mientras degustamos la bebida que el ordenador sabe que preferimos.
El charcutero del barrio ( ¿ Chuletas R us ? ) enviará a la vecina del 5º B, un
videomensaje cuando tenga esa pieza que tango le gusta a su al marido, junto con una nueva
receta para preparalo. Cada vez que la señora Martínez saque una bandeja de chuletas del
frigorífico, enviará un mensaje electrónico al ordenador del charcutero, quién
agregará los datos del día para hacer el pedido del día siguiente.
Seguramente, la realidad dejará pequeños estos ejemplos aquí expuestos y nos
presentará realidades mucho más ricas e impactantes.
La pregunta es: ¿ Qué será de Luis el peluquero que siempre canta canciones de Manolo
Escobar ? y ¿ Qué hará Paco, el charcutero que siempre habla de su hijo Paquito,
que ¡ ese sí que sabe de ordenadores ! ?
Sin duda, el lector avezado está viendo ya la otra cara de la moneda: ¡ Qué grandes
oportunidades se abren ! La pregunta es: ¿ sabrá aprovechar Paco la ocasión o tendrá
que ser Paquito el que coja el testigo del negocio antes de que sea tarde ? Pero, eso es
materia del punto más agradable de nuestro estudio: las oportunidades.
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